Unavoidable Eavesdropping

Dedicado a los enanitos que tan afanosamente trabajan en las profundidades de mi bolso.

Una de las cosas que no se pueden elegir, es la capacidad para decidir lo que uno quiere escuchar. Quiero decir, que se puede desviar la mirada de algo que no se quiere ver pero lamentablemente, apagar el sonido es más difícil…Sobre todo en el transporte público cuando te quedaste sin batería o lo auriculares desaparecieron en las profundidades más inhóspitas e inalcanzables de tu bolso. Cuando eso me pasa, no me queda otra que escuchar las conversaciones ajenas, o monólogos ajenos– porque en la mayoría de los casos las conversaciones son de minitas hablando por teléfono como si estuvieran solas. Y se escucha cada cosa…
La falta de contexto de estas conversaciones hace más interesantes aún las declaraciones al pasar. Para mí todas estas frases que escucho carecen de sentido común. Tengo la teoría de que estas frases hechas, que por alguna razón nos decimos las mujeres unas a otra como pasándonos sabiduría ancestral, no son otra cosa que algún aforismo ridículo de autoayuda para convencernos de que efectivamente somos el centro del universo y que todos los hombres deberían amarnos y valorarnos porque…porque….y, porque sí.
Así que en un esfuerzo por volver a este espacio y eludir algunas responsabilidades académicas, probablemente se venga una serie de posts con lo que en mi cabeza les contestaría a estas señoras y señoritas. Pero no prometo nada. Voy a empezar por la que más me impactó hoy que fue: «Quiero un hombre que tenga todo resuelto”
En primer lugar, si querés un hombre que tenga todo resuelto: What does that even mean?!  Si te pusiesen a un tipo con todo resuelto, lo más probable es que primero no te enamores, y segundo que el señor no te necesite, porque ya tiene ese asunto resuelto.
Claro que en la mayoría de los casos, esta frasecita quiere decir que quieren a una persona que no ande boyando sin rumbo, que esté establecida, que tenga objetivos claros, metas concretas y que sepa exactamente lo que quiere (y que casualmente sea lo mismo que querés vos)…¿Conocen a alguien así? Yo no. Imagínense que un hombre así sería alguien que nunca cambia de opinión (jamás ganaríamos una discusión) y que ya viene con todas las decisiones tomadas (no podríamos meter ni un bocado de cambio de planes –con lo que disfrutamos la ciclotimia.)
A veces también el tener todo resuelto implica haber resuelto desajustes emocionales… No estoy segura de que tengamos esa capacidad. Una vez que nos desajustamos emocionalmente no volvemos a ser los ajustaditos de antes pero sí podemos aprender a vivir desajustados. Además, quien no ande con un desamor, desencuentro, rencor o desajuste emocional a cuestas que tire la primera piedra.
Creo que las personas no nos enamoramos de las cualidades o virtudes del otro por si solas. Ya lo había dicho, ¿no? Este tipo de frases no salen si el tema de conversación no es un hombre específico que no está tan resuelto como una querría. No es que una quiere que aparezca un hombre, whoever that may be, y que tenga todo resuelto…Una quiere que ESE hombre con el que ya estamos head over heels resuelva lo que no nos gusta/convence/cierra (a favor nuestro, obvio). Se trata de esta cuestión de querer que el sujeto de nuestro afecto se ajuste al ideal que arrastramos…I’m sorry ladies, eso no se puede.
Una amiga inteligentísima de este blog me dijo una vez, mate de por medio, que vivir se trata de estar en falta siempre y de buscar la satisfacción en todas partes y no encontrarla…(es de mis amigas más optimistas) Así que, a la rubia del Blackberry con dibujitos de Hello Kitty: Mientras esperás que llegue un hombre con todo resuelto, tratá de viajar siempre sentada.

Siempre dejo alguna notita al final

Pero esta vez no. Excepto la canción que tenía la intención de escuchar en el viaje, y no pude.

 

7 comentarios en “Unavoidable Eavesdropping

  1. ¡muy bueeeennnn post! si escribimos un blog es porque no tenemos todo resuelto… por suerte… Vos te referís a las minitas que quieren un hombre con todo resuelto, yo me refiero a algunos conocidos (no sé, si decir amigos, me hace un poco de ruidito), que se muestran satisfechos y ABURRIDOS de creerse que tienen todo resuelto… cuando yo tenía 20 pensaba que a los 40 iba a tener todo resuelto, y pensaba en cómo iba a ser. Hoy que tengo 47 y nada resuelto, sigo y sigo y sigo caminando hacia la vida que creo es eso: no tener todo resuelto. Abrazo amiga, espero tu próximo post.

    1. Escribir no solo es tener nada resuelto sino encima hacer participe a un publico desconocido de estas faltas (es genial!). No me parece que esté mal tener algunas cosas resueltas…como por ejemplo qué vamos a cenar esta noche o qué me pongo mañana. Pero las personas más interesantes que conozco y las que hacen una diferencia significativa en mi vida, siempre han sido las que no tienen ni la menor idea.

  2. Cheeee… avísenle a la rubia, que el hombre que ya tiene todo resuleto, generalmente tiene TODO resuelto: la papada, re-suelta, los genitales, re-sueltos, las comisuras de los labios, re-sueltas, los lóbulos de las orejas, re-sueltos y probablemente el testamento también!!!
    Girl, glad you’re back! We missed you 😉
    PD: siempre se aprende algo nuevo con vos, «eavesdropping»! jamás lo escuché (valga la contradicción), la dedicatoria, sublime y el post, bueh… me quedé sin elogios.

    1. Jajajajajajaja, es verdad! Pobre rubia…igual ahora me cierran varias cosas respecto a las rubias jovencitas y los los testamentos resueltos, pero no quiero pecar de prejuiciosa, jaja.
      I’m glad I’m back too…se extraña aparecer por acá, pero a veces se me empaca la neurona que se cree escritora y se rehúsa a producir algo mas o menos parecido a un post….la loca está complotada con los enanitos enreda-auriculares, seguro.

  3. Querer todo resuelto, es un conformismo! No lo escuché tan explícito, pero siempre recaemos en la idea de la simplicidad, cuando hablamos mis amigas (o wannabes en su momento). El postrarse como morsas a recibir todo lo que necesitan sin ningún deber o una responsabilidad. Un hombre que lo único que necesita es solventar caprichotes.
    Ya hablamos de ese cambio psicológico contra-misántropo, donde se respeta y se entiende. Acá la cultura nos ha forjado un ejército de mira novelas, que creen, como la protagonista de la saga «Crepúsculo», que sólo por el hecho de ser bonita y existir, merecen todos los lujos de una princesa de Disney.
    Se ve que no, más allá de que muchas veces lo consigan de la mano de un hombre que PARECE que tiene todo resuelto, menos el dignarse a hacerse valer más allá de su billetera, o los cuadriceps.

    Sin embargo, no es difícil revolucionar esas rubiedades. Más de una vez una mujer entró en mi casa con ese discurso, y se fue con otra idea. Porque el problema no es que lo piensen, sino que nunca se lo hayan cuestionado.

    Para eso están los blogs, ¿o me equivoco?

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