El Dulce Encanto de La Indiferencia Involuntaria

Mirando para otro lado without really trying.

Nunca soy consciente de ese momento, de ese punto de inflexión cuando uno finalmente dice: Hasta acá llegué con vos. No importa la cantidad de veces que trato de convencerme con hechos, razonamientos lógicos y experiencias empíricamente comprobables…siempre me choco con la misma pared una y otra vez hasta que, un día mágicamente, se agota la cuota de golpes, sobreviene el desencanto y me sorprendo mirando para otro lado.

Dicen, que cuando uno se enamora, en realidad no se enamora de la otra persona tal como es…sino de todo el bagaje de virtudes que le atribuimos. La verdad es que no sé si estoy muy dispuesta a pensar que esto es tan así. Lo que generalmente me pasa cuando me veo envuelta en un torbellino de dopamina es que puedo enumerar exactamente lo que me gusta y disgusta del otro. De lo que sí soy incapaz, es de explicar porqué es esa la persona que me conmueve y no otra igual de inteligente, pícara, y alta…pero ese es otro tema.

Creo que una vez escribí acerca de mi patrón de conducta  para cuando estoy en pleno proceso de desamor. Es un proceso impuesto, el desencanto implica una importante cuota de sufrimiento porque otra no queda. La verdad es que si por una fuera, preferiría no pasarlo. Es lo más comparable a una dieta que existe…porque no es otra cosa que la privación de aquello que más deseamos. Pero cuando esa privación, nos sale sin esfuerzo – cuando ya no pensamos en el cuadradito perfecto de chocolate con menta que nos comeríamos a toda hora, es cuando sobreviene cierto alivio. Una realmente no nota el momento en el que pasahasta que pasó y se da cuenta que finalmente ese pedacito de After Eight  no nos era indispensable como creíamos.

Es el proceso inverso de la magia que convierte sapos en príncipes -por cierto that analogy is starting to get really annoying- y hace que el hombre que una vez nos pareció maravilloso y a quien no quisiéramos perder nunca, de pronto se convierta en uno más del montón, quien no tenía nada de especial .Y esa ausencia se transforma en un «me da lo mismo» o en el ¿peor? de los casos un «menos mal que ya no está».  No voy a negar que el camino hasta ese momento es larguísimo, y está lleno de retornos tentadores: Porque al principio, en el fondo, uno espera estar equivocado, y cada vez que el otro hace evidente su no-afecto y es cruel- uno lo ignora; y en cambio cuando en contadas excepciones nos sorprende y nos hace sentir bien, nos gana, nos puede y se nos acaba el argumento que decía que había que olvidarse de esa persona…y hay que empezar de nuevo.

Este desencanto también sucede mientras estamos en pareja…con el agravante de la constante presencia del otro recordándonos todo lo que no nos gusta y enfatizando la ausencia de lo que una vez nos enamoró. La historieta de que el enamoramiento dura 3 meses y bla bla bla, la conocemos todos, pero no justifica que sin más ni más gritemos next! porque él ya no tiene la misma sonrisa encantadora todos los días o porque ella ya no es perfecta todo el tiempo…that’s bound to happen. Nadie puede gustarnos todo el tiempo, y no podemos esperar sentir todos los días la misma emoción y entusiasmo que sentimos cuando recién nos conocemos…En primer lugar porque nadie podría vivir en ese constant state of excitement sin desarrollar un aneurisma al año y medio y segundo porque no haríamos nada más de nuestras vidas. Pero cuando ese desencanto sobreviene y no hay nada más allá del primer flechazo que sostenga esa relación -cuando no hay complicidad, ni compromiso, ni compañerismo…Es cuando tenemos dos opciones: o nos ponemos a trabajar para desarrollarlas (porque ninguna de esas cosas suceden sin esfuerzo y sacrificio) o nos resignamos a que no vamos a poder sostener nunca una relación  que dure mucho más de lo que dura el efecto de los neurotransmisores del placer en nuestro organismo. Yo soy de las que optan por lo primero…hoy en día está muy difícil enamorarse.

Hay que recordar que muchas veces este desencanto se da porque ponemos expectativas insostenibles en el otro y eso tiene mucho que ver con nosotros y nuestro propio buen juicio de no dejarnos llevar por quienes de entrada sabemos que vamos a tener que olvidar. (So yes… a veces nos enamoramos de la mochila de encantos que le dibujamos a la persona que nos gusta…no necesariamente de la persona) Pero no recuerdo la última vez que el buen juicio tuvo algo que ver con el enamoramiento.

Hasta ahora, el dulce encanto de la indiferencia involuntaria he tenido el placer de experimentarlo una sola vez, porque como también les conté, no estoy marcada por desengaños atroces ni abandonos crueles…Solo el ocasional we could have been really good together and I will miss you like hell for a while, lo que no quiere decir que no me duela y no me cueste (mucho) dejar a ciertos personajes atrás. De todos modos, voy a ser muy sincera…esta indiferencia automática, no es otra cosa que un espacio que se llena con otras cosas…es la cantidad de agua que pasa debajo del puente y los clavos que sacan otros clavos…(cuánto que tarda a veces).

A couple of other stuff I wanted to say:

  • Este post no tiene nada en contra de los After Eights. Me gustan -mucho.
  • La analogía de los príncipes y los sapos empieza a molestarme porque acá ninguna es princesa y somos todos mayores de 8 años como para andar comparando las relaciones de adultos con cuentos de hadas. Igual no discuto su efectividad para ilustrar el desencanto.
  • De verdad está muy difícil enamorarse hoy en día.
  •  Love has a nasty habit of disappearing overnight…siempre inoportunamente.

Ellas se quieren casar…¿y usted?

Hace poquitos días,  me crucé con este documental/infomercial de una renombrada matchmaker (casamentera, en criollo) de Los Ángeles, llamado Married In a Year. El vídeo tiene como objetivo principal orientar a las mujeres hacia un único objetivo que es estar casada en un año…o por lo menos estar planeando la boda para ese entonces. Después de superar mi escepticismo inicial anti-susanita, pude analizar con un poquito más de tolerancia lo que trataba de vender la amiga Patti Stranger, que ojo, it’s not all bad.

Para empezar, tengo que admitir que muy prejuiciosamente cualquier mujer que tenga como objetivo culminante casarse y tener hijitos hace que a la mafaldita pseudo feminista con la que crecí se le retuerza un poco el hígado. El matrimonio me parece un efecto social que no siempre tiene que ver con el amor,  la felicidad o la fortaleza de una relación -pero como dije, es seguramente un prejuicio mío. I simply don’t understand why people so easily give up their joie de vivre for an institution that fails as often as it succeeds in an desire to fulfill some bourgeois ideal that society embeds in us from an early age to promote a consumer capitalist agenda*. Pero más allá de mis opiniones y acepciones acerca del matrimonio, sobre el cual no tengo nada sensato para decir – porque jamás estuve casada, ni (muy) cerca de estarlo…La señorita Patti (alas, she’s not married) en los primeros 30 minutos de su video motivacional con un centenar de mujeres de audiencia, presenta una serie de pasos para llegar al objetivo deseado…que son 12 (siempre son 12).

El que primero llamó mi atención son sus 5 Non-Negotiables… o dicho en castellano rio-platense, aquellas condiciones que tiene que reunir una potencial pareja que no son negociables. Patti, instaba a las mujeres en la audiencia a escribir sus 5 dealbreakers para que las ayudara a tener estas condiciones y requisitos bien presentes con el fin de no perder el tiempo con un tipo que no cumple las condiciones que tenés en esa lista, a sabiendas de que lo vas a descartar y no vayas a perder otros 6 meses de tu vida worrying about the wrong gil…Las señoras en el video escribían o gritaban desde el público condiciones tales como: tiene que ser alto…que sea morocho…que tenga una buena relación con su madre…que me haga reír…que tenga una situación económica estable…que bese bien. etc etc etc. Y estas son condiciones sine qua non, I mean…Really? Yo puedo hacer una lista de lo que definitivamente son dealbreakers en una potencial pareja para mí, pero es bastante obvia…la verdad es que si bien es una idea practiquísima para buscar un asistente personal…no me parece que sea un gran método para relacionarse con alguien por el resto de tu vida…Es como haber retrocedido un centenar de años en el tiempo back to when eran los padres los que ponían estas condiciones para un buen casamiento y no se trataba de una relación para nada… Suenan más a los términos de un contrato que a una relación de pareja. Además…la gente cambia: hoy es morocho y mañana es pelado, hoy tiene una buena relación con su madre y mañana no se puede despegar de ella, hoy te hace reír y mañana es un pesado ridículo. No creo que éste tipo de pavadas sean un buen fundamento para elegir a la persona que se supone elegís para toda la vida…Come on ladies ¿Nadie aprendió nada de Jane Austen?

Además…no me cierra mucho esto de los requisitos, porque no es que una es la mujer ideal o el trabajo soñado. Ni cerca…A esta generación de mujeres las crió la policía de la autoestima convenciéndolas de que ellas son lo mejor que les puede pasar a un tipo y habilitándolas a ponerse ellas mismas por encima de los demás con mucha intolerancia como escuela. No es un defecto inherente al género… a los nenes de mamá también se los acostumbra así. Pienso que si una persona emplease la mitad de la energía que pone en sentirse bien con ella misma apelando a acumular porotitos en la columna del «esto es lo que merezco», en sentirse bien con alguien más, haciendo un esfuerzo real para que otro other than yourself se sienta bien… el mundo sería un mejor lugar, o al menos más tolerable. Por supuesto que las personas nos van a desilusionar y van a traicionar nuestra confianza, y no siempre van a cumplir con nuestras expectativas…but so will you to others. It’s just the way the cookie crumbles.

Por otro lado, los 5 dealbreakers de la amiga Patti tienen el efecto opuesto que una busca en esta clase de listas….en vez de dejar afuera lo que sabés que no querés, abrís la puerta a un montón de otras cosas que capaz todavía no sabés que no querés…Y esto de «qué hay que tener para enamorarte» es cualquier cosa: Nadie se enamora de las cualidades por sí solas de la otra persona. Podés encontrar que tal cosa de fulanito te parece linda, deseable o atractiva…pero las personas nos enamoramos de las personas no de una colección de atributos por sí solos. Yo estoy enamorada de Alejandro, porque Alejandro es Alejandro…no porque es alto, inteligente, morocho y seductor….Conozco decenas de hombres altos inteligentes morochos y seductores, pero ninguno de ellos es Alejandro…¿Se entiende?

Me gustaría mucho saber qué piensan los hombres de estas conductas casi neuróticas. Ojo, ellos también las tienen, pero su foco no está en el matrimonio. Hay un amigo de este blog que dijo «Los hombres, hacen todo lo que hacen con el único fin de enamorar mujeres»- no de casarse con ellas. Por otro lado, me acuerdo que Pedrito una vez me dijo que le huye a las mujeres que tienen un cartel de «busco novio» en la frente…ni me quiero imaginar que pasa cuando además del cartel te pasan un job-posting para ver si sos candidato a que por lo menos te den la hora.

No está mal querer casarse y formar una familia, al contrario, seguramente es muy gratificante, sino no habría tantas personas buscándolo. Pero creo que en primer lugar: no puede ser ese un único objetivo para una realización culminante…Yo todavía no logro ubicarme en las filas de las que se quieren casar y tener hijitos, porque para mí, el deseo de una relación nace a partir del deseo de querer pasar el resto de mi vida con fulanito y eso casi que todavía no me pasó. El matrimonio y la familia, no es un proyecto que se arma solita, so es mejor dejar eso de las listitas para las compras del super.

Some thoughts I had mientras escribía este post:

Me mató la explicación que da esta mujer acerca de cómo funciona la oxitocina en las mujeres jóvenes…culpándola de ser la principal causa por la cual una se engancha con giles. (Y yo que me preocupaba por la eficacia de mi buen juicio y resulta que nada que ver)

Patti Stranger me hace acordar al personaje de Gasalla que se llamaba Soledad Dolores Solari…¿No es igual? (Ah! y me encanta que se llame Patti)

*Mi desvarío acerca de la gente que se casa en el segundo párrafo del post se insipiró en su totalidad en una cita de la peli Definetly, Maybe que es una favorita de esta blogger.

A little Frankie para ilustrar el post y con la joyitas de Ingrid Bergman y Cary Grant de yapa.