Mujer. Femme. Woman. Donna. Frau. Mulher. 女子. امرأة. женщина

 

Creo que no es la primera vez que me encuentro diciendo que las mujeres están muy mal asesoradas desde  hace siglos y siglos, básicamente porque desde tiempos remotos,  la sociedad (patriarcal) se ha sentido en la obligación de decirnos cómo nos tenemos que sentir, cuáles deben ser nuestras preocupaciones, y hasta cómo se supone que debemos lucir – claramente, instalando un serio problema de identidad de género; porque la identidad que nos dieron (o que más allá de los hombres, pudimos forjar) no está muy buena. El que sepa qué es ser una mujer, que por favor me lo cuente. Hasta la pobre Simone de Beauvoir cuando quiso escribir una autobiografía empezó diciendo que “era una mujer” e inmediatamente se dio cuenta que primero tenía que definir bien qué era ser mujer. Así terminó escribiendo un libro entero tratando de explicarlo, antes de poder seguir con su autobiografía.

Una de las cosas que más me molestan son las definiciones convenientemente comerciales que sacan provecho de este desasosiego y que encima siguen sin entender nada. Hay quienes  salen a querer venderle analgésicos a una mujer apelando  a la incomodidad masculina de verla a una fastidiosa porque le duele el útero. I mean, are you serious? A mí me gustaría que me dijeran «disfrutá de lo mejor de ser mujer» para decirme otra cosa que no sea que tengo que salir a comprar tampones…O que tal marca entiende cual es «la verdadera pasión femenina», y que me hablen de algo más apasionante que un par de zapatitos, seguramente overpriced.

Supongo que debería aclarar que ni este post, ni este blog, ni esta mujer tiene intenciones feministas, básicamente porque todavía no sé bien de qué se trata el feminismo. Algunos lo acusan de un movimiento que lucha por la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer; otros en el peor de los casos, de un movimiento que busca que la mujer sea igual al hombre. Supongo que el primero es el que más me cierra, pero que es fácilmente confundible, porque si el movimiento feminista se trata de que la mujer sea igual al hombre, esto no habla muy bien de nuestras aspiraciones – no quisiera que fuéramos todos hombres.

Ser mujer sigue siendo una pregunta sin respuesta satisfactoria, me consuela que lo sea para mí, así como lo fue para la amiga Simone (mal de muchas, consuelo de tontas) La mujer ha sido mujer, siempre en contraste con el hombre, y hemos sido tratadas por los hombres «como pájaros caídos de las alturas, extraviados entre ellos: como algo frágil, delicado, agreste, extraño, dulce, maravilloso…pero también como algo que hay que encerrar en una jaula por temor a que se escape.»

Antes de terminar, quiero decir que deberíamos considerar seriamente la existencia de revistas escritas por y para mujeres…después de haberlas leído durante años y haberlas acumulado, puedo decirles desde la voz de la experiencia que son una verdadera porquería, o que al menos deberían poner en duda lo que ahí leen.

Additional Stuff :

Tengo que decir, que lo me más me molesta es esto que escuché decir, que para entendernos hacer falta un diccionario, porque aparentemente la mujer carece de veracidad en su discurso. A mí me gustaría que el mismo que encuentre ese diccionario, también se encargue de buscar una aspirina que le cure a los hombres el resfrío terminal que les agarra, cuando tienen un poquito de fiebre y están congestionados.

Señoritas, una mujer, muy bien informada al respecto, me dijo una vez que el dolor de ovarios no existe. Lo que duele es el útero. Sepanló.

Las agencias de publicidad y los laboratorios deberían darse cuenta de una buena vez que los analgésicos se venden solitos y podrían ahorrarnos las publicidades y sus campañas. No hace falta que nos prometan nada. Si me duele algo, yo ya sé qué salir a comprar.

Puede Fallar


Creo que alguna vez les conté acerca de mi insoportable predisposición a poner al otro en evidencia cuando se equivoca o cuando hace algo fuera de lugar. Es un hábito espantoso, porque la verdad es que yo no entiendo nada como para andar distinguiendo claramente lo que está bien de lo que está mal…simplemente puedo decir qué me molesta, me disgusta, o me parece perjudicial- pero no mucho más.

Sin embargo, últimamente, en mi esfuerzo por bajarme del poni, me doy cuenta que este hábito insoportable no es un defecto aislado y es mucho más común de lo que pensé. La velocidad para juzgar al otro es muy vertiginosa y sus mejores conductores son el prejuicio y la intolerancia – pero sobre todo el miedo a descubrir que, la mayoría del tiempo, estamos equivocados.

Nadie sabe lo que se siente cuando estamos equivocados porque no hay una sensación que lo identifique. Sabemos qué sentimos cuando descubrimos que estamos equivocados pero estar equivocado no genera ninguna reacción física o emocional reconocible. Se siente bastante parecido a lo que se siente cuando tenemos razón. Esto me parece sumamente peligroso y fascinante a la vez, porque es algo de lo que no se habla mucho.

Desde chiquitos en la escuela nos enseñan que equivocarse está mal porque significa que uno es estúpido o vago. Y llegamos a nuestra adultez con esa misma idea, con miedo de cometer errores. Esto es comprensible siendo que sabemos que no tenemos mucho tiempo que perder y no queremos llegar a los 95 años sintiendo que hicimos todo mal. No nos dan otra oportunidad y no hay crtl+ z que valga. Pero – es inevitable.

La mayoría de las personas que conozco, sienten que entienden exactamente como funciona este mundo- que es cambiante, heterogéneo y por sobre todas las cosas complejo. La verdad es que admiro profundamente esta postura porque más de la mitad del tiempo el mundo se encarga de demostrarme que no tengo ni la más remota idea de lo que hago o debería hacer. Por esta razón me sorprende mucho que todos en algún momento u otro tengamos la sensación de tener la posta acerca de los problemas que nos rodean, quiénes son los responsables y cómo solucionarlos. Si realmente fuera así, hace rato tendríamos las respuestas a  problemáticas económicas, educativas, científicas, culturales y existenciales que venimos arrastrando hace tanto tiempo.

Este post no tiene intenciones nihilistas porque yo crea que las soluciones no existen. Simplemente (o no) sostengo que el mundo es muy complejo como para que nos demos el lujo de andar por la vida sintiéndonos dueños de la verdad por encima de otros. Y esta es la parte que me molesta:  Esta tendencia a juzgar al prójimo de idiota, ignorante, o malvado – porque no compartimos la misma cosmovisión. Todos estamos equivocados la mayoría del tiempo. Casi todo lo que creamos nace a partir de uno o más errores. Nuestra propia evolución (y no solo la biológica) avanza y se perfecciona a base de prueba y error. Lo maravilloso de nuestra individualidad es que cada uno tiene su propia visión de la verdad y lo genial sería poder compartirla, pero no al grito de «I’m right, you’re wrong». 

Sé que esto es una obviedad. Equivocarse está bien, aprender de nuestros errores y admitir con humildad que somos falibles. Pero no parece. Esto, realmente va a ser una obviedad cuando por ejemplo en las escuelas empiecen a enseñar usar el pensamiento crítico y que hay problemas que no tienen solución, y dejen de calificar de insuficientes o vagos o hiperactivos a los niños porque no pueden encontrar la respuesta correcta que tiene la figura de autoridad detrás del escritorio. O bien, cuando en una campaña electoral dejen de tratar de convencernos con retórica que saben a ciencia cierta cómo solucionar problemas (because they don’t) y en cambio nos digan «sí, quiero solucionar el problema – tengo algunas ideas, son estas, esperamos que funcionen y si no funcionan vamos pensar otras hasta encontrar algo que funcione»  (Y esto va a ser así sobre todo cuando nosotros como votantes estemos dispuestos a votar a un candidato así y no al modelo de los actuales que lo único que hacen es ensuciarse e insultarse unos a otros -sí, al grito de I’m right, you’re wrong y cosas peores.)

Es muy difícil admitir esta falibilidad, es desagradable sentirse en falta y descubrir que estamos equivocados y que aquello de lo que estábamos tan seguros no era tan cierto. A lo único que podemos aspirar es a cometer errores cada vez mejores con una buena dirección, y equivocarnos para avanzar hacia adelante . Quizá lo mejor es poder  llegar a los 95 años como decía Arthur Miller – «Maybe all one can do is hope to end up with the right regrets».

Esto no queda acá:

  • Si había alguien que se jactaba de su falibilidad incesantemente era Juan José del Pozo  – también conocido como Tusam (padre) con su legendaria advertencia «Puede fallar».
  • Tampoco es para ir por la vida equivocándose gratuitamente, hay errores que le han costado mucho a la humanidad… Errores hijos de la estupidez y el entusiasmo. Es por eso que  conviene tener cuidado con esa sensación de estar en lo correcto. Ante la duda, dude.
  • El penúltimo párrafo no tiene ninguna intención/inclinación política. Es algo que escuché hace muy poco de una persona muy inteligente que se ajusta bastante bien al escenario político mundial. No nos vengan con que no nos van a defraudar.
  • No me hagan caso…yo qué sé.