Totally worth it for a Monday like this one to re-blog this post…
Reflexiones Varias – Random
Ni blanco, ni negro. Ni si, ni no
Hace poquitos días, en una de mis escapadas a la ciudad que siempre estuvo cerca, encontré –entre varias otras cosas- una verdad con la que no contaba, y que para ser sincera me confundió bastante más de lo que aclaró.
Hasta el momento, estaba “bien” o al menos reconciliada con lo que a tientas entiendo que se supone que debe hacer/decir una mujer…hasta que vino mi nuevo amigo Pedro a contarme qué es lo que aparentemente se espera del otro lado…y quedé más desconcertada que con el final de Lost.
Voy a tratar de contarlo lo menos contaminado posible de mis prejuicios…Y después les explico lo que …¿entendí? Yo.
Pedro me explicaba, que las mujeres somos todas histéricas (flash news!) y que no nos entendemos, ni nos hacemos entender…que de momentos somos un témpano* impenetrable y ambiguo (mind the word choice) y que después revelamos el cartel gigante en la frente que dice “busco novio” y nos ponemos cariñosas y que esas 2 conductas no son consecuentes ni coherentes entre sí. El reclamo pasaba por la incapacidad de las mujeres (al menos con las que se topa Pedro) de no poder encontrar un punto medio entre La histeria previa y durante el encare y como se comporta la mujer una vez que te la ganaste…Y acá entramos en terreno pantanoso.
En primer lugar: No sabía que teníamos que encontrar nosotras un gris intermedio entre hacerse la difícil y no ser una loca histérica, pero tampoco una fácil descocada (definición de la popular de loca histérica, a menos como la conciben los Pedros Promedio: mujer que te dice que no, pero en realidad si…o que dice que quiere, pero después no quiere nada) Ahora resulta que es trabajo nuestro hacerles el proceso interesante…Si se las hacés remar, sos una histérica; pero si lo hacés sencillo (porque en realidad en muchacho te gusta en serio) sos fácil y pierden el interés…Y gataflorismo a quién se le atribuye??
Yo soy muy Pro-Grises…el balance perfecto entre el Yin y el Yang, el equilibrio entre el frío y el calor, la medida justa entre Lenny y Carl…pero acá no hay [insertar palabra que más les guste] que les venga bien.
Es muy probable que esté siendo demasiado dramática y que Pedro tenga algo de razón. La muchachita en particular de la que Pedro se queja, es una clásica demostración de niña que no sabe lo que quiere…pero eso no la hace necesariamente histérica, sino que la pobre tampoco debe saber muy bien que hacer frente a Pedrito…que primero duerme y después se las da de estrellita mía.
De todos modos, y no siendo necesariamente partidaria del «amor a primera vista» pero sí del flechazo…creo que tantos si pero no, no pero si vienen a suplir una falta de interés en el otro, mas allá de la belleza física que atrae, si no hay nada más que la sostenga…con el tiempo se desgasta y no hay nada nuevo que nos enamore y que haga de esa persona alguien único a quien admirar…porque gustarse, es también admirarse, no? Pero esto lo dejo para otro post.
Por ahora solo tengo un par de cosas para cerrar:
1) ¿Qué es lo tan terrible de querer un novio? El deseo de una relación no me es del todo ajeno…y no entiendo porqué los hombres estigmatizan tanto a las mujeres seudo-susanitas que sí quieren un novio, un marido e hijitos…
2) Nuevo Blog en el blogroll!! Le damos la bienvenida a la amiga Pandorita que finalmente se animó a publicar.
3) Libro para recomendar haciendo honor a la temática del post «Historia universal de la histeria» – de Malele Penchansky. Muy buena lectura.
4) I feel like a washing machine… 😉
Tengo mis dudas
Tengo que admitir que muchas de las definiciones que tengo acerca de cómo deberían ser las personas, son heredadas y ninguna de mis ideas es original, en lo más mínimo. Son todas producto de escuchar (con demasiada atención) a gente que admiro y cuyo conocimiento de las personas, relaciones y de la vida en general, me supera ampliamente. Recuerdo que una vez, una persona cuya opinión para mí era (y sigue siendo) una de las más importantes, señaló esta cualidad mía como un defecto; acusándome de no tener ideas propias y de no ser capaz de discernir dónde empezaba mi idea y hasta dónde estaba repitiendo lo que había dicho otro. Es muy probable que esta persona haya tenido razón, aunque sigo considerando que mi capacidad para memorizar y fundamentar mis argumentos en base a las ideas de otros es mucho más seguro que hacerlo en las mías (que además de ser malas, son seguramente peligrosas). Después de todo…¿No estamos acaso repitiendo una y otra vez lo que aprendimos de otros? Como seguramente escuché que otro decía: «There’s not an idea in our heads that has not been worn shiny by someone else’s brains»
Estas últimas semanas (y por lo general a lo largo de mi vida cuasi-adulta) he escuchado a muchas personas repetir (sin discriminación de género ni de generación) que los hombres son ante todo básicos, sencillos de satisfacer y chatos en muchos niveles emocionales. Estuve escuchando mucho a esta señora y después de reírme mucho con ella, aprendí que las mujeres retenemos todo y nos cuesta desprendernos de las cosas y que para los hombres es sencillo pasar la página y empezar una nueva. Honestly, por lo que la experiencia me enseña, no estoy del todo de acuerdo, y la verdad esta explicación no me convence.
El supuesto indica que con un hombre, what you see is, what you get. Si le gustas y te quiere y quiere algo de vos, te lo va a hacer saber, sin muchas vueltas, sin mind-tricks, y de frente: te va a llamar, te va a decir que le gustás, te va a invitar a salir y de acuerdo con el grado de interés del supuesto caballero vas a poder saber exactamente donde estás parada y hacia donde va toda la cuestión. Caso contrario, no vas a volver a saber de él, seguramente te deje plantada un par de veces hasta que adivines que no quiere saber nada con vos, te va a tratar de manera fría, no te va a contestar ni mensajes, ni llamados ni señales de humo (porque eso si hay que reconocerles: son frontales para todo menos para decirte que no) – BTW despite all myths, we’re not going to rip your head off if you do-
El problema, es que tengo evidencia científica y empíricamente comprobable de que esto no es tan así. Para los hombres (como para muchas mujeres) la procesión va por dentro – y no siempre what you see is what you get. Me niego a pensar que los hombres no tienen un inconsciente que muchas veces entra en juego. Me rehúso a creer que son absolutamente inconmovibles y que no se enamoran de la misma manera que nos enamoramos el resto de los mortales (las mortales). Realmente dudo que para ellos cambiar de pareja sea tan simple como cambiar de panadería… y que si nos dicen que nos quieren, les resulte tan sencillo al día siguiente hacer de cuenta que no existimos. Pero al mismo tiempo, no entiendo porqué suceden estas paradojas: si la chica te gusta tanto, y la querés y de verdad te das cuenta que no hay otra como ella y tenés miedo de perderla: ¿Qué esperás? ¿Por qué resolver ese conflicto sólos cuando tranquilamente podrían hacerlos con nosotras al lado ayudándolos?
La amiga del vídeo en algún momento explicó que los hombres solo nos buscan cuando su conflicto está resuelto y no mientras están en el proceso…es, según sus estudios en la materia, la forma que tienen ellos de lidiar con las cosas. Solos. Quizá porque soy mujer, o por que soy tonta (o por una conjunción de ambas cosas) me cuesta entender como funciona este mecanismo que parece más self-preservation que resolutivo.
La verdad no me queda claro. Lo que sí puedo sacar en limpio es que este temita de etiquetarnos cuando de relaciones y afectos se trata no nos sirve de nada. Cada cual tiene su caso particular y las generalidades nunca no sirven para aclarar lo específico.
Cortita y al pie:
Los videos enYouTube son 12, de una psicóloga chilena (Pilar Sordo) que con mucha elocuencia explica algunas cosas muy interesantes.
Una última para ilustrar el post.
Pero si a los Osos les sale tan bien…
Seguimos con la temática de hibernar y de abstraerse…La verdad no es fácil. No creo que a los osos les cueste tanto. A mi esto del retiro emocional no me está funcionando del todo bien. Pero debe ser como todo en la vida, que al principio cuesta ajustarse hasta que sale naturalmente; hasta que llega ese momento mágico de la indiferencia involuntaria, no?
Me cuesta aprender a no darme manija con temas del cuore, porque estoy enamorada (¿del amor?). Debe ser algo así como hacer una dieta -algo para lo que nunca fui muy buena, tengo mucha voluntad pero poca disciplina cuando se trata de evitar las cosas que me dan placer. Imagínense lo horrible que es la vida si constantemente nos estamos privando de aquello que tanto nos gusta: chocolates, vino, muffins de arándanos, cheescake de frambuesas a la hora del té…En el amor creo que pasa mas o menos lo mismo, obligarnos a hacer de cuenta que podemos vivir tranquilamente sin eso (eso es «ese») que tanto queremos es angustiante y en el 99.9% de los casos, altamente frustrante.
No debo ser la primera persona que tiene que pasar por esto. Después de milenios y milenios de historias como la mía: ¿A nadie se le ocurrió escribir un manual de instrucciones para sobrevivir este momento? Un «Getting Over a Jerk Who Probably Didn’t Mean To be a Jerk, But Really Was – For Dummies» ¿No? Por las dudas les pido que guarden los libros de auto-ayuda; después de las personas que hacen uso excesivo de los diminutivos en su discurso tratando de ser simpáticas, lo que mas desagrada es la literatura de auto-ayuda. Pero ese es otro tema.
Lo principal es aprender a tolerar la ausencia. Cosa que la tecnología hace muy difícil estos días porque con tanta red social, servicios de mensajería instantánea y medios de comunicación es imposible no enterarse de hasta lo que desayunó tu compañero de banco de 4to grado de la primaria. Es hasta imposible no estar- Pero podemos elegir no enterarnos (¿podemos?—sí podemos)
Tengo la suerte de contar con amigas maravillosas que prometieron dejarme seca a golpes si intentaba hacer alguna estupidez como ponerme a ver comedias románticas y torturándome pensado: ¿Por qué no puede aparecer un Ryan Reynolds decidido ya como al final de la peli, después de dar 20 millones de vueltas, a quedarse con la chica que trabaja en Amnistía Internacional? Se ve tan sencillo y perfecto…Pero no. Parece que no lo es. (Mientras refunfuñando me pregunto «But Why?»)
Mi amiga que es muy sensata pero que tiene el mismo problema que yo para usar su sensatez, me dijo que lo que necesitamos es poder llenar esta ausencia con nosotras mismas, así es como me pasé la semana haciendo eso que me dije que iba a hacer, viendo si con esto se llena algo: leyendo, mirando pelis, series, saliendo con amigos, y hasta ocasionalmente cocinando un poco…Veo que me tengo poca paciencia. Finalmente esto de descansar il cuore no es tan sencillo como parece, y tampoco se puede tomar tan a la ligera, pero ese sigue siendo el goal de la temporada.
Algunas recomendaciones:
- «Si soy tan inteligente, por qué me enamoro como una idiota» – De Gabriela Acher.
- El nuevo Milka Soft
- Nuevo Blog en mi blogroll, es genial y una lectura muy entretenida. Inmolando Sueños en el Cielo

Hibernando
Hace varias (varias) semanas que quiero escribir. Pero no siempre sale como quiero. No porque no tenga nada para decir, sino que quizá es porque todavía no sé bien qué es lo que quiero decir. Este blog resultó ser una buena herramienta para ordenar algunas ideas…el problema es que no todas las ideas son publicables o siquiera interesantes. Y si bien este espacio es un buen lugar para decir lo que se me dé la gana, hay cosas que es mejor decirlas en el momento y lugar indicado, que no es éste.
Estoy empezando un retiro emocional…en un esfuerzo por poner algunas cosas en orden y dejar que todo lo que no puedo manejar caiga por su propio peso donde tenga que caer. Es una postura que oscila entre el optimismo y la resignación, todavía no sé cual. No siendo muy partidaria del optimismo y de la vida «cheerleadery» me decido por la resignación – o dicho en el mas absoluto criollo: mejor ya ni me gasto.
Como sabiamente lo dijo George Michael – I need some time off from that emotion…Me voy a dedicar a actividades que me relajen el corazón que está bastante estrujado. Ojo, no estoy triste…creo que si estaba enojada también se me pasó, lo que no quiere decir que esté todo bien. Es simple y llana indiferencia, como si alguien en algún lado se hubiese apiadado de mi y hubiese apagado el interruptor de algo que no me dejaba tranquila. Quien sabe, quizá fui yo.
El invierno es ideal para esto: recluirse en cosas que nos reconforten; en mi caso: libros, café, chocolates, películas, series, edredones y amigos-(de esos que caen de sorpresa y de los que te mienten a pesar de tus puteadas para que te dejes sorprender) No pienso hacer más que eso…Ah! Y escribir, si sale.
Me siento tan tranquila que ni yo me la creo mucho…pero hace bastante que no me sentía así. Además por suerte love’s still in the air, everywhere I look around: empiezan noviazgos, se conquistan corazones (sin necesidad de artilugios ni carteritas tejidas), se intercambian teléfonos en servilletas de papel, y hasta parece que the girl finally -y después de 4 años!- gets the guy in the end, al mejor estilo Ross y Rachel.
So, basta para mi, al menos por un ratito…necesito descansar il cuore y la testa, y si me pierdo algo en el medio por no prestar atención o por hacerme la distraída me la banco. He dicho. Si me necesitan o me extrañan, ya saben donde encontrarme.
Les dejo Faith, ilustrando el espíritu del post.
Al final la vida sigue igual
Con el tiempo me voy dando cuenta que si espero lo suficiente me convierto en mi propia refutadora, sin necesidad de enemigos, suegras o personas criticonas. Hace 6 meses me dije que iba a ser un balance cerca de mitad de año, para ver mas o menos como venía la mano, de todo lo que tácitamente me propuse en enero. La verdad es que no estoy ni cerca de cumplirme, y es una angustia absolutamente frustrante…y probablemente innecesaria.
Es irónica la manera en la que hacemos planes, trazamos metas y esquematizamos la forma en la que vamos a vivir, inclusive desde muy chicos, porque nunca tenemos en cuenta que nosotros mismos vamos a cambiar, y que nos vamos a ver haciendo cosas impensadas, o en lugares donde juramos no ir nunca. Sin contar que el azar -si existe- es caprichoso, y tiene la proverbial facilidad de hacer caso omiso a nuestras resoluciones. A veces esto es una sorpresa grata…otras veces no.
No creo que la solución a la desilusión sea dejar de hacer planes…sino hacernos a la idea de que, a veces, no vamos a salirnos con la nuestra y que el universo no se va a cansar de demostrarnos que la realidad no responde a un plan. Probablemente sea todo random y caótico; pero de alguna manera la vida continúa – por más que no tenga sentido – y las cosas poquito a poco encuentran su lugar aunque no siempre ese lugar sea el que teníamos pensando.
De a poco llego a la conclusión de que no es posible un botón de reset. Es probable que siempre nos sintamos un poco incómodos y tristes por lo que pudo ser y no fue, por los coulda-woulda-shoulda. Pero (y digo esto temiendo caer en un lugar común que no me gusta) si la vida pasa mientras estamos ocupados haciendo planes, lo mejor a lo que podemos aspirar es a llegar donde sea que lleguemos with the right regrets. Al final, de acuerdo a lo planeado o no, la vida sigue igual y con algo de suerte, si esperamos lo suficiente (y ojo que a veces es necesario esperar bastante) las cosas no se ven tan terribles y se puede seguir…a donde sea que haya que ir.
Algunas Posdatas…
- Cambio de look! Lo voy a probar a ver si funciona...me gustó poder agregar el blogroll..y a 1 día de mi cumple creo que combina con los otros cambios que hice en estos días.
- El balance no dio tan negativo…estoy bastante contenta con lo que los últimos 6 meses hicieron conmigo. Tengo buenas expectativas para el resto del año. En Diciembre les cuento, seguro van a pasarme cosas insospechadas.
¿A qué estamos jugando?
Estamos todos bastante metidos en estos juegos que tanto nos molestan, pero que a la vez nos estimulan a relacionarnos con otros. Estoy hablando de todas esas pequeñas y grandes cosas que, por ejemplo, las mujeres hacemos para llamar la atención y que los hombres hacen para conquistarnos (o deberían).
Dolina dijo que el hombre hace todo lo que hace con el único fin de enamorar mujeres. A todo esto, las mujeres hacemos de todo para que nos enamoren (al punto de arrancarnos pelos de todos los rincones de nuestro cuerpo, pasar hambre en dietas ridículas y gastar fortunas en cremas cuasi milagrosas, entre otras cosas) Ahora yo pienso, si los dos queremos lo mismo: ¿Por qué hacemos tanto circo en el medio? ¿Cual es la necesidad imperiosa de hacer todo tan complicado? It should be simple, like a retro pop song: I want you to want me. End of story.
- Te gusta un hombre- pero no se lo podés hacer saber, porque va a pensar que estás regalada y que te puede tener cuando quiera, sin contar que si se lo decís inmediatamente va a perder el interés en vos.
- Tenés ganas de verlo – pero no lo podés llamar porque a) te vas a mostrar demasiado interesada (and God forbid!) b) no te va a contestar y no hay nada que te moleste tanto como que él no conteste- cosa que es súper factible si sos la más estúpida, ignoraste el primer punto -o te salió mal, y ya sabe que te gusta…c) te va a contestar 5 horas después, borracho y de madrugada, finalmente no se van a ver y nadie quiere ese final.
- Lo conociste, te encantó, te gustaría verlo de nuevo – pero no se te ocurra llamarlo!! Sentate al lado del teléfono y miralo con indiferencia que en cualquier momento suena.
La literatura de autoayuda, las revistas como la cosmogolitan y hasta el cine, se nutren de estos jueguitos que alguien en algún lugar de la historia empezó y que tuvo un efecto bola de nieve que nadie ha podido parar. No hay chick flick que no tenga algo de esto: He’s just not that into you, The Ugly Truth, How to lose a guy in 10 days, Hitch…por mencionar unos poquitos. Sin embargo, y muy a pesar de mi queja, creo que son esta clase de juegos lo que finalmente nos terminan enamorando…los sí pero no. Es como una herramienta que tenemos en común para tratar de entendernos, porque la mayoría de las veces, no sabemos por dónde empezar a relacionarnos cuando tenemos al otro enfrente, y ni hablar si ese otro nos gusta. Aun así, ultimately y mas allá de la indiferencia todos sabemos que todos estamos mintiendo, en algún momento u otro.
Eventualmente cansa tanto protocolo. Y respecto al temita del premio, creo que estamos bastante confundidos respecto a qué ganamos y qué perdemos, porque no todos queremos lo mismo. Algunas querrán el casamiento y los hijitos, otros un compañero de aventuras, alguien que nos consuele y nos acompañe, otros quizá no lo sepan y lo vayan averiguando a medida que avanzan en el juego.
A esta altura de mi vida (que tampoco es tan larga todavía) me he cruzado con un número decente de jugadores, algunos no jugaron muy limpio a otros les hice trampa yo. La verdad es que me estoy empezando a cansar un poquito de tanta vuelta al divino botón. Ya no quiero jugar más, quiero pasar esta etapa, decirnos las cosas sin escondernos detrás de cortinas de humo, de silencios fingidos, de palabras elegidas con dobles intenciones, de hidden agendas, de echarnos la culpa unos a otros y finalmente hagamos lo que queremos hacer y digamos lo que queremos decir…y podamos empezar a disfrutarnos un poquito más.
Son innumerables las estrategias, las maniobras y trucos…que se suponen nos traen un premio. Todavía no tengo muy en claro cual, pero si todos juegan debe estar bueno. Yo no me acuerdo ni de cuando empecé a jugar o cómo, porque hasta ahora solo vengo aprendiendo a los golpes y la verdad es que ya me cansé ¡y pido gancho!
Importante:
En algún post próximo pienso cambiarle el look and feel al blog…todavía no sé por cual, pero no se sorprendan si entran y encuentran todo dado vuelta.
Me doy cuenta de que escribo mucha palabrita y frase suelta en inglés, no sé si pueda/quiera cambiarlo, pero de ser necesario hago el esfuerzo de escribir en un solo idioma.
En pos de mi campaña anti-games les dejo I’ve got a crush on you, con el clip de la peli Definitely, Maybe para ilustrar el post.
A little more conversation, and a little more action please.
Tuve que esperar varios días para lograr sentarme a escribir. No porque no tuviera ganas, ni porque no tuviese nada para decir…pero a veces es necesario dejar que las cosas que queremos poder decir decanten en frío…y no cuando estamos enojados o confundidos. Soy muy mala para hablar cuando es necesario y para callarme la boca cuando es mejor no decir nada. Es un defecto terrible que me juega en contra y un error que todavía no puedo aprender a superar. Por suerte cuento con este espacio, y con lectores de incógnito que (ahora) sé que me leen y prestan más atención de la que yo creo.
Hoy estuve releyendo mis propios post, a veces está bueno darse cuenta de la cantidad de pavadas que una es capaz de decir cuando no puede decir una sola cosa sensata. Ojo, no me quiero contradecir, estoy muy convencida de lo que escribo. Esto de escribir cada tanto me mantiene muy alerta a cuanta idea se me cruza, me obliga a hacer más autoanálisis del recomendado y a intentar reflexionar (no siempre con éxito) sobre cosas que normalmente dejaría pasar o que realmente debería dejar pasar.
Una de mis quejas más habituales, trata sobre los defectos del otro y su incapacidad para ponerse los pantalones largos y tomar responsabilidad en una situación donde existen un sinnúmero de excusas para no admitir lo que probablemente es difícil de admitir. Regretably, ese también es mi defecto. A mí también me cuesta hacerme cargo de mi y de lo que me puede llegar a pasar conmigo y con otros, y es bastante difícil darse cuenta que una también puede ser jodida. Soy muy buena para recordarles a todos las reglas del juego y ponerlos en evidencia cuando están en falta, pero cuando me toca jugar mis cartas, no suelo hacerlo muy bien. Los miedos, las dudas, la incertidumbre y la indecisión son problemas reales y lo entiendo porque a mí también me pasan. Por eso no tiene sentido que me enoje tanto cuando por ej.- una noche después de mucha conversación me dicen que soy especial y que se me extraña cuando no estoy pero al otro día no son capaces de aparecer. You see? I just did again, porque en ningún momento se me ocurrió abrir la boca para contestar y decir siquiera, a mí también me pasa eso, y también te extraño.
Todavía me sorprende mi capacidad para hacer lo simple complicado. Es un don inherente al género, porque es común a la mayoría de las mujeres que conozco (a decir verdad no conozco una sola mujer que viva las cosas de manera sencilla.) La otra noche miraba Sex & The City y veía como la protagonista hacía tooodo un circo porque su novio no quiso firmar una tarjetita de un regalo de casamiento para una pareja que él no conocía. Ella a partir de eso, concluía que él no estaba listo para comprometerse con ella y que no la quería. Seriously?? A veces entiendo porqué los hombres piensan que estamos todas locas, cuando de las cosas más chiquitas hacemos grandes interpretaciones. Mis compañeros de trabajo, quienes en su mayoría resultan ser sociólogos y psicólogos, me aseguran que el hombre es genuinamente básico. Ellos no hacen y dicen las cosas esperando que una lea entre líneas e interpretemos lo que ellos nos quieren significar (je). Los hombres realmente dicen lo que dicen porque lo piensan así. Tengo serios conflictos con este tema porque a veces me parece que esto no es tan así y se contradicen…como cuando te dicen que sos especial y que no hay otra mina con la que pueda conversar como lo hace con vos…pero tu ringtone en su celu para cuando lo llamas es una vocecita q dice “bitch alert, don’t answer the phone.” No solo somos nosotras las loquitas, no?
Anyway, para no cambiar de tema y poder decir lo que me queda en el tintero: Yo también soy muy jodida. Trato de seguir la filosofía de “no le pidas al otro lo que no te puede dar y de disfrutar lo que sí se puede” pero la verdad es que cuando lo que el otro me da no me alcanza, lo hago sentir mal por no poder decidirse más rápido y no me corro de ese lugar pero tampoco le digo nada. Y yo también pongo obstáculos (o kilómetros) en el medio, so la falta de decisión del otro no hace a todo el problema. Finalmente pienso que una termina enredándose al divino botón, porque en definitiva con tanto tira y afloje solo se desgasta lo bueno que puede llegar a tener esto que pasa en el medio, que a mi criterio suele ser muy bueno, que no pasa muy seguido y que, sin duda, vale la pena.
No tengo muchas pretensiones románticas de momento; con un poquito de coherencia entre el dicho y el hecho me contento, pero aspiro a tomarme las cosas tranqui y con toda la calma necesaria, no hay apuro. Por mi parte prometo tratar de ser menos complicada y de decir yo también qué me pasa y no dejarlo todo librado a la telepatía. I’ll try and give a little more conversation in exchange for a little more action, please.
Some other stuff:
Este finde que pasó alguien me dijo que yo vengo a ser la Carrie Bradshaw del surrealismo…y todavía no sé si tomar eso como un insulto o un cumplido, porque no me parezco ni un poquito a ella.
A otra cosa mariposa
¿Cuándo sienten que enough is enough? ¿Cuando llegan, o cómo llegan a ese punto de inflexión donde dicen «Bueno, hasta acá llegó mi amor»? Para ser una mujer a quien la paciencia se le colma muy rápido con pavadas, tiendo a ser muy tolerante con cosas a las que definitivamente debería decir basta a la primer instancia de «no me gustó». No es mi caso en un porcentaje mayor al deseado.
La otra noche, mientras una amiga contaba su vigésima cuarta reincidencia con un caballero que hace rato que no puede decidir- o no sabe el pobre- que quiere de ella…me daba cuenta de cuan amplio es el umbral que separa el «es la última vez que lo hago» del «hasta acá llegué». Es realmente un exceso de paciencia…o una falta de cordura?
Me remito al caso de las protagonistas de lugares comunes poco codiciados y poco felices:
- La Otra. Su vida es el Cuento de la Buena Pipa, ella sabe exactamente cómo va a terminar, pero pide que se lo cuenten otra vez. Sabe que su hombre nunca va a dejar a su pareja, sabe que siempre va a estar en segundo lugar, y sabe dedica su vida a una persona que no va a elegir quedarse con ella. Pero lo hace igual; por tonta? por ilusa? porque ama too much y no puede quererse ella primero?
- La Booty Call. Su vida amorosa transcurre de madrugada, por lo general los fines de semana y pasadas las 12am y se da gracias a los efectos del alcohol que privan a los hombres de distinguir una mujer de otra. Son las toooontas que atienden el teléfono a esa hora con la ilusiiisima esperanza de que el idiota en cuestión al otro día la registre y se refugian (o las refugian) bajo el dicho «Los niños y los borrachos no mienten y si me dice que me quiere a las 4am es porque no se anima de repetirlo a las 2 de la tarde» En mi humilde opinión en vez de atenderle el teléfono a él deberían tener a mano el de un psicoanalista de turno que cobre barato. Ahora….si la booty call en cuestión es consciente de que ese es su rol y es un «mutuo acuerdo» brindo por ella.
- La ex-reincidente. No puede terminar de terminar la relación. No se sabe si por dilación, si porque todavía está enamorada o porque le da mucha fiaca (¿o miedo?) buscarse uno nuevo. Entonces de una manera u otra siempre le quedan asuntos pendientes, cuando el único asunto sin resolver es por qué no puede dejar de hablarle o de meterse en su cama.
- La mejor amiga. Si bien es un terreno pantanoso y en el que ellos son los adelantados, hay de estos casos. Suelen darse cuando un hombre y una mujer se conocen…y pasan mucho tiempo histeriqueando y nunca concretando nada. Entonces llega un punto en el que ya no va a pasar más nada, por pereza, porque ya «no da», porque en el proceso uno de los dos terminó con otra persona o simplemente porque ya no te ve con esos ojos. El objeto del afecto de La Mejor Amiga tiene cero filtro para contarte sobre las minitas con las que sale, para vomitarte al lado o para llamarte a las 3am porque se quedó sin plata para el taxi.
No es fácil renunciar a estas historias de nunca acabar (a veces en sentido tan literal), porque no hay un estipulado de veces que nos damos contra la pared hasta que aprendemos que algo no nos gusta o no nos hace bien. Es muy fácil juzgar estos clichés desde afuera pero es muy difícil salir de ellos. Es un largo camino al punto de inflexión, porque no importa la cantidad de veces que trates de convencerte con hechos obvios, fundamentos lógicos y razonamientos empíricamente comprobables…siempre se choca con la misma pared una y otra vez hasta q se agota la cuota de golpes, sobreviene el desencanto y una es capaz de mirar para otro lado y decir ¡A Otra Cosa Mariposa!.
Según la tradición filosófica la paciencia es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra, el hombre no se deja dominar por él. Yo creo que en el momento en que renunciamos a que una persona nos dé su atención (y no así su cariño) pero a condición de, ya nos estamos dejando vencer.
Otras cosas que no tienen nada que ver con el post:
Para los amigos Losties les dejo el blog de este tal John, que escribe muy bien y desde la perspectiva de alguien que arrancó a ver Lost desde la 6ta temporada y no entiende nada. Es genial (está en English though) NEVER SEEN LOST

